¿Qué es la psicología basada en la evidencia y por qué debería importarme?
En este artículo te contaremos de que estamos hablando cuando decimos “psicología basada en la evidencia” y cuál es el peligro de los tratamientos pseudocientíficos.
Tiempo de lectura: 3 minútos aprox.
¿Qué es ciencia y qué es pseudociencia?
Ciencia es el conocimiento sistemático y objetivo que se obtiene mediante la observación y la experimentación, permitiendo recoger datos verificables, confiables y replicables, lo que quiere decir que diferentes personas, en diversos contextos, podrían realizar el mismo experimento y obtener resultados similares. Por otra parte, la pseudociencia es un conjunto de creencias que se venden a las personas como si fueran conocimiento científico, aunque en realidad nunca han sido probados y se desconoce su verdadero efecto y eficacia (Lilienfeld et al., 2015).
¿Y qué tiene que ver esto con la psicología?
La psicología es una ciencia (aunque relativamente joven) que se enfoca en estudiar el comportamiento humano, por lo que sus principios y técnicas deben ser el resultado de la investigación científica. Los psicólogos hablamos de “psicología basada en la evidencia” para hacer referencia al uso de tratamientos, técnicas y teorías cuyo funcionamiento ha demostrado evidencia científica y de calidad que respalda su uso (APA, 2006).
Sería lógico pensar que todos los psicólogos trabajan con procedimientos “basados en la evidencia”, pero la realidad es que esto no es así y muchas de las técnicas que utilizan actualmente algunos profesionales no cuentan con el soporte empírico necesario. Desgraciadamente las prácticas pseudocientíficas son muy comunes en el área de la psicología, debido a la falta de actualización y formación científica de los psicólogos y al éxito que tiene ofrecer tratamientos que supuestamente darán resultados rápidos y sin sacrificio aprovechándose de la desesperación y el desconocimiento de muchas personas.
¿Cuál es el peligro de los tratamientos pseudocientíficos?
En el mejor de los escenarios la única consecuencia de los tratamientos pseudocientíficos puede ser que los síntomas presentes no sufran cambios, o incluso que haya pequeñas mejorías momentáneas que no se mantienen en el tiempo (debido al efecto placebo), sin embargo, las prácticas pseudocientíficas muchas veces empeoran los síntomas y retrasan la obtención de un tratamiento efectivo y de calidad, acarreando consecuencias muy graves que atentan contra la salud física y psicológica de las personas (Moriana & Martinez, 2011)
Algunos indicadores que pueden delatar los tratamientos pseudocientíficos:
- Se venden como curas “milagrosas” efectivas para cualquier tipo de dificultad y persona sin distinción. Prometen ser rápidos y no necesitar esfuerzo.
- Se basan en testimonios aislados de personas que afirman que es efectivo (la ciencia tiene múltiples filtros de calidad, los resultados son verificados en diferentes grupos de personas y contextos, y son expuestos en congresos científicos, revistas indexadas, etc).
- Mezclan lenguaje científico con sus propuestas usando palabras como “neuro”, “bio”, etc, haciendo mención de hechos que nunca han sido estudiados y que son difíciles de probar (Por ejemplo, decir que su tratamiento aumenta las redes neuronales, aunque nunca se haya hecho un estudio que lo demuestre).
- Realizan inferencias con múltiples sesgos generalizando conclusiones a partir de observaciones puntuales (Como por ejemplo afirmar que las personas que hacen algún tipo de gesto han vivido alguna situación de trauma o están “cerradas” a x experiencia).
¿Cuáles son algunos ejemplos de tratamientos pseudocientíficos?
Algunos ejemplos de tratamientos pseudocientíficos son el reiki, las constelaciones familiares, la biodescodificación, la programación neurolingüística, las terapias regresivas, el coaching ontológico, etc (Zaboski & Therriault, 2020).
Es importante que tengas claro que los tratamientos pseudocientíficos no han demostrado ser seguros ni eficaces y que la elección de un determinado tratamiento psicológico debería ser el resultado de una evaluación minuciosa por parte de tu psicólogo. Aunque eres libre de seguir el tratamiento que desees, es clave que tomes decisiones de manera informada.
Para más información respecto a tratamientos basados en la evidencia puedes ingresar a la división 12 de la Asociación Americana de Psicología, APA por sus siglas en inglés, (https://div12.org/), en donde se pueden consultar los tratamientos que han demostrado mayor eficacia en diversos trastornos psicológicos.
Referencias:
American Psychological Association. (2006). Evidence-Based Practice in Psychology. American Psychologist, 61(4), 271-285. https://doi.org/10.1037/0003-066X.61.4.271
Lilienfeld, S., Lynn, S., & Lohr, J. (2015). Science and pseudoscience in clinical psychology: Initial thoughts, reflections, and considerations. En S. Lilienfeld & J. Lohr, Science and pseudoscience in clinical psychology (pp. 1-16). The Guilford Press.
Moriana, J., & Martinez, V. (2011). La psicología basada en la evidencia y el diseño y evaluación de tratamientos psicológicos eficaces. 16(2), 81-100.
Zaboski, B., & Therriault, D. (2020). Faking science: Scientificness, credibility, and belief in pseudoscience. Educational Psychology, 40(7), 820-837.
0 Comentarios